Por sentirse mejor


Cristiano Gregorio Poveda Ruiz se ha pasado su vida contando a los que el resto del mundo descontaba. Desde que inició con su cámara como pluma junto la lucha del Frente Polisario en el Sáhara Occidental, sus historias empezaron a dar forma a otra historia que escapaba del papel fotosensible y de la pantalla de la computadora: su vida.

La vida le llevó a contar desde El Salvador, desde un barrio de la capital donde la Mara 18 reside, desde donde retrató «La Vida Loca» que los jóvenes desheredados de esperanza encaran día a día. «Un documental sobre la soledad humana» nos dice el contador y también el último trazo que el contar dió a su vida porque cuatro balas lo encontraron en ese El Salvador desesperado hijo de un mundo en desesperación. La policía dice que fueron los pandilleros, es lo fácil y sencillo.

Los contadores que miran a los ojos y no a las manos, los que hablan desde el corazón y no hacia la cartera, los que encuentran personas donde nos dicen que sólo hay monstruos, causan temor a los que buscan asustarnos cada día. Los que ganan con la desesperación, con la soledad, con la desconfianza no quieren contadores, y con sólo desearlo, los contadores desaparecen. La policía dice que fueron pandilleros o delincuentes comunes. Los pandilleros con los que compartió año y medio de grabación y vida o los delincuentes comunes que lo asesinaros de cuatros disparos pero olvidaron robarle la cartera, el equipo de grabación y la camioneta en la que circulaba. Es lo fácil y sencillo.

Hoy saludamos a Cristiano, y le prometemos seguir contando: por las sonrisas que provoca el contar, por las miradas que se encuentran, por convertir las pesadillas en sueños y por hacer que todo esto haga sentir mejor nuestro día a día.

Con una frase nos deja: «Estoy en acción permanente y en la reflexión, hago talleres con fotógrafos locales, todo eso hace que me sienta mejor en El Salvador que en Francia»

Por contar, por sentirnos mejor.