“El rescate, reconocimiento y difusión de la cultura nos enraíza en nuestra historia, otorgándonos la capacidad de comprender la complejidad de nuestro tiempo…La cultura es un valor universal, identidad con rostro propio y vínculo con lo más noble de la humanidad.” (González Blanco Garrido, 2012:3)
El Arte Cultural de Amatenango del Valle
“En este pueblo, rodeado de maizales y cerros, partido por la carretera que viene y va de Teopisca a Comitán, el jaguar de la montaña, la paloma silvestre que surcaba los cielos, el cerdo que retozaba en el lodo, la rana que nadaba en el estanque, el armadillo y la tortuga… se han quedado inertes para siempre.
Llenos de colores, aguardando en un paraje a la orilla de la carretera, el corazón les dejó de latir, su piel se transformó en barro, y su espíritu vive en las manos de una de sus creadoras, que con la mezcla del lodo y la ayuda de los elementos naturales les ha dado vida por muchos años.” (Salazar, 2012)
Amatenango del Valle, pueblo Tseltal ubicado a 37 kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, es un lugar caracterizado por sus tradiciones ancestrales, por sus ceremonias y rituales que hacen que la vida en el pueblo se vuelva amena.
La peculiaridad de este pueblo hace que hombres y mujeres fuereños, se queden asombrados por su belleza y tranquilidad, pero sobre todo por el oficio que se practica, la alfarería.
Éste es el principal atractivo de Amatenango, pues las mujeres, con su imaginación y el perfecto movimiento de sus manos moldean piezas, hechas de un material obtenido de la naturaleza: el barro, que es primordial para la elaboración de las palomas, ollas o alguna otra pieza.
Una fecha de nacimiento… un futuro de arte
Moldear el barro comienza a los 12 años, es primordial estar cerca de la madre para aprender e independizarse, y así dar un giro para elaborar nuevas piezas. Para la mujer Tsontajal1, es obligatorio aprender este oficio, pues si no estudia, es el sustento de vida, la entrada de la economía, “considerada sagrada porque da de comer, la alfarería se ha convertido para la mayoría de los habitantes de este municipio Tseltal en una de sus principales fuentes de ingreso” (Henríquez, 2007).
Al preguntarle a Esperanza Gómez Díaz, joven de 18 años, qué representa para ella la alfarería dice: “pues para mí es como un arte, el saber hacer alfarería es esto para mí algo muy importante porque siempre se ha hecho esto y se ha mantenido de generación en generación (…)”.
Para algunos es simplemente artesanía, un lujo, un adorno para la casa; pero para muchas y muchos, sobre todo para las mujeres de Amatenango del Valle es “arte”, pues dicen que al escuchar que este oficio es visto sólo como una forma más de elaboración de piezas de barro, responderían que es una “ofensa” y dirían a la persona que “a ver si lo puede hacer” (Gómez, 2012).
Al decir “a ver si lo puede hacer” se deriva de una forma de pensar propia de la joven, ya que para todas las mujeres artesanas no solamente es realizar el trabajo y venderlo, ellas no lo toman como un simple compromiso sino que es algo mucho más que eso, como Esperanza menciona viene de “generación en generación”. Es una habilidad que se encuentra plasmada dentro de cada persona y que se ha conservado, a pesar del transcurso de los años.
El madrugar de las mujeres de barro rumbo a un trabajo arduo
Las 4 de la mañana es la hora en la que se levantan las mujeres y hombres de Amatenango del Valle para prepararse, cargar bolsas, picos, palas, barretas, machetes, cuchillos y sin falta, alimento, para salir de casa y caminar media hora rumbo a El Madronal, localidad perteneciente al municipio, lugar en el que se puede sacar el barro. Una vez que el grupo de personas llega al lugar de trabajo exploran el espacio y el suelo para ver qué tanto trabajo hay que hacer, en muchos de los casos se tiene que escarbar con pico y barreta para llegar al barro, pues éste se encuentra a 2 o 3 metros por debajo de la superficie.
El trabajo es pesado, la tierra no es amable con las manos trabajadoras, pues el suelo es muy duro, chicloso, o se tienen derrumbes a cada rato, un esfuerzo de casi todo el día para poder llegar hasta el barro, elemento indispensable para la creación del arte.
Obtener el barro no es cuestión de una o 2 horas, es cuestión de días, en el primer día como se mencionó anteriormente, se tiene que elegir el lugar adecuado y arrancar la tierra que no sirve, eso puede llevar el día completo, si eso pasa, se regresa al día siguiente para que ahora sí se saque el barro. Una o dos mujeres son las encargadas de meterse a la cueva, arrancar con la ayuda de una barreta2, mientras que las demás personas son las encargadas de poner el barro en bolsas blancas, que por lo regular son bolsas recicladas, pues han sido utilizadas como bolsas para azúcar, alimentos balanceados para pollos o fertilizantes agroquímicos.
En tiempos pasados el hombre no colaboraba en este proceso ya que ellos se concentraban en la labor del campo; hoy en día comentan las señoras de esta comunidad que no del todo pero que sí los señores tratan de involucrarse en este arduo trabajo que hacen las mujeres, al decir que intentan implicarse se refiere a que ellos colaboran con algunas de las actividades, así como la obtención de la leña para el horneado del barro y cargarlo del lugar donde lo sacan, ya que en la elaboración de las piezas de barro o en el pintado de las figuras ellos en definitiva no se incluyen.
El mercadeo del producto
3 formada desde hace 19 años, conformada por 50 mujeres y tiene a Simona Gómez López como representante. Otra de ellas se llama La Nueva Estrella S. de S. S.(Sociedad de Solidaridad Social), tiene a Albertina Ramírez como representante de la organización, ubicada a 2 cuadras del centro del pueblo con dirección calle Las Casas y otro grupo conformado por 80 mujeres ubicadas en Los Portales, encontrándolas a orillas de la carretera Panamericana Teopisca- Comitán de Domínguez.
“(…) la alfarería es trabajo de mujeres y, por eso, empecé desde chiquita. A los doce años mis hermanas y yo ya sabíamos todo. Pero antes no era como es hoy. Ahora mandamos a San Cristóbal nuestras ollas y cántaros con cualquier camión. En mi niñez todo se transportaba a caballo. Un caballo cargaba doce de estos cántaros grandes. Salíamos temprano de aquí y andábamos todo el día. Alrededor de las cinco de la tarde entregábamos nuestro trabajo allá en San Cristóbal y luego regresábamos ese mismo día. De noche dormíamos a medio camino.
Era mucho trabajo hacer un cántaro y teníamos que venderlo muy barato. En ese entonces lo vendíamos a diez centavos. No comíamos tanto con la venta de nuestro trabajo. Tampoco había mucho maíz. Éramos muy, muy pobres. Sufrimos mucho,” así se expresó Juliana López, reconocida artesana de Amatenango del Valle.
Ahora, las piezas son exportadas a ciudades como Guadalajara, la ciudad de México y Puebla. FONART, Marca Chiapas y tiendas particulares son las encargadas de llegar a Amatenango del Valle para comprar las piezas y así llevarlas a las ciudades antes mencionadas.
Existe una variedad de productos que se tiene a la venta, dentro de los más comunes están: Jaguares, canastas trenzadas, cántaros, conejos, floreros blancos, floreros con alcatraz, floreros de pared, fruteros, gallos, ollas de pared, iguanas, tortugas, patos, incensarios, jardineras de alcatraz, jarrones de guajolote, juegos de platos anchos y soperos, lámparas de paloma, macetas de pared, soles, lunas, tinajas, entre otros.
De 4,545 mujeres el 95 % de ellas son artesanas, ya que es el oficio que caracteriza al municipio de Amatenango. Conforme ha transcurrido el tiempo se han dado uniones de hombres con mujeres pertenecientes a otros lugares: Aguacatenango, El Puerto, San Juan Cancuc, Villa las Rosas o Teopisca, así como mujeres procedentes de las rancherías del mismo municipio como Cruz Quemada o La Floresta, municipio de Comitán de Domínguez. Han adoptado el trabajo como una forma de vida, el sustento de su familia, pues mediante la venta de las piezas elaboradas ofrecen a su familia un ingreso económico, del cual se obtiene o se utiliza para la compra del azúcar, la sal, y en otros casos, como para mujeres solas, solteras o viudas, utilizan el dinero para la compra de maíz, frijol, carne, así como los productos que se utilizan dentro de la cocina, los cuales se mencionaron con anterioridad.
Esta habilidad denominada “arte”, es una de las diversidades culturales que existen dentro del estado de Chiapas, misma que poco a poco se ha ido extendiendo para darse a conocer y demostrar que con dedicación, la creatividad de las artesanas chiapanecas va más allá de un simple trabajo; es la representación de la vida y esfuerzo plasmados en una pieza de barro.
1Palabra en lengua maya tseltal, que en su traducción literal significa “musgo de ocote”.
2 Vara de aproximadamente 2 metros y en la punta se le coloca un material de fierro.
3En su traducción al castellano significa “Muy Bonito”.
FUENTES DE INFORMACIÓN CONSULTADAS
Bibliografías
Diccionario Enciclopédico de Chiapas, Tomo I, libros de Chiapas, Primera Edición, mayo 2000.
TOVAR Yannini J. A. El fuego sobre la tierra, alfareras de Amatenango del Valle, Instituto De La Artesanía Chiapaneca, México, Pp. 36.
LÓPEZ-Sánchez, C. (1991) “Lecturas Chiapanecas-Tomo 4”, México: Porrúa Grupo Editorial, Primera Edición, Pp. 331.
Blogs
Alfarería de Amatenango del Valle, en: TravelByMexico
Amatenango del Valle, en: Todo Chiapas, En Un Mismo Sitio,
LLÉNATE DE CHIAPAS
Electrónicas
La jornada, 08 de abril de 2008, “Nacer y morir como alfarero”, la tradición en Amatenango del Valle. Elío Henríquez, 13, marzo de 2012. Recuperado de:
Ramos Muñoz, D. E., Muñón Pablos, E., Cardero Cisneros, A. Artesanía, una producción local para mercados globales. El caso de Amatenango del Valle, Chiapas México. Pontificia, Universidad Javeriana. Seminario Internacional, Bogotá, Colombia. Agosto de 2000 Recuperado de: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/rjave/mesa2/ramos.pdf
Enciclopedia de los Municipios de México, ESTADO DE CHIAPAS, AMATENANGO DEL VALLE. Recuperado de:
Video-Documental
Video- documental Creación de sueños, director: Pedro Daniel López López, producción CDI.
Entrevistas
Bautista, Juana. 2012/03/31, mujer artesana, Amatenango del valle, Chiapas.
Gómez Díaz, Esperanza. 2012/05/19, joven artesana, Amatenango del Valle, Chiapas.
Gómez Díaz, Juana. 2012/05/19, joven artesana, Amatenango del Valle, Chiapas.
Gómez López, Simona. 2012/03/31, mujer artesana, representante de organización de mujeres “Ben Tsa’am” (muy bonito), Amatenango del Valle, Chiapas.
López Pérez, Juliana. 2012/04/06, mujer artesana, Amatenango del Valle, Chiapas.
Jiménez Gómez, Paulina. 2012/04/06, mujer artesana, Amatenango del Valle.
Realizadores del reportaje:
Estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Intercultural
Universidad Intercultural de Chiapas
María Girón Pérez
David López Pérez
Jorge Morales López
María Elena Pérez Ruíz
José Alfredo Morales Ramos
Martín Crispino Gómez Jiménez
Buenas tardes, pudieran ayudarme a darme un contacto directo de teléfono con las mujeres alfareras para poder comprar sus productos, gracias
9921008181 pregunte por doña flor