El 17 Noviembre de 1983 es una fecha entrañable que convoca a la memoria, a la historia y a la rebeldía. Son ya muchas las lunas que han testimoniado el empecinamiento de mujeres y hombres a lo largo de este extenso lugar en el tiempo y de este prolongado andar en tantos espacios.
Gracias compañeras y compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional por compartirnos generosamente un presente de lucha diferente. Un presente siempre es un regalo, en este caso, el de provocarnos el coraje de retomar la capacidad de decidir el qué, el cómo y el con quiénes queremos construir nuestras vidas y mundos en colectivo.
De su experiencia organizativa seguimos aprendiendo. Desde sus inicios ustedes han demostrado que se puede conjugar la teoría y la práctica de manera consecuente, con la imprescindible compañía de la ética y lo imposible, para así intentar llegar a la transformación cabal de las distintas realidades que padecemos y vivimos.
Nunca con mentiras, jamás con engaños, sino, por el contrario, con la claridad de sus pensamientos y de sus acciones, han andado, nos han acompañado. Son actualmente uno de los referentes globales más importantes contra del sistema capitalista y uno de los movimientos políticos cuya organización apunta a la construcción de otro mundo y otra vida ajena a la guerra, la destrucción y la muerte. Compañeras y compañeros zapatistas ustedes son para millones de personas en el mundo un ejemplo, una inspiración, una historia viva que de día y de noche sigue adelante.
No olvidamos que la semilla que hoy festejamos la dieron a conocer peleando, tomando plazas y ciudades de manera organizada, desafiando al enemigo, derrumbando los muros y los tiempos del poder. Estamos convencid@s que sin el trabajo paciente y callado de compañeros como Don Luis Villoro y el Maestro Galeano, resultaría impensable que en un mismo tiempo y espacio se encontraran así mismas cinco generaciones de mujeres y hombres con un horizonte en común. Con esto se demuestra que la sencillez y el sigilo son la raíz del sonido que puede hacer resurgir al mundo.
Recordamos también que sus enseñanzas han alcanzado tamaños y dimensiones que difícilmente podríamos expresar tan sólo unas líneas. La complejidad de sus comunidades, el trabajo colectivo y cotidiano que se vive en ellas, dan cuenta que la autonomía es un proceso que va y viene constantemente, cargado siempre de preguntas, a veces encontrando sus asideros en la producción material o intelectual de la vida, pero siempre en la rebeldía, la resistencia y la organización.
Hoy de nueva cuenta ustedes nos lanzan una advertencia: la tormenta política, económica e ideológica que ya está se hará más fuerte y la crisis integral del capital nos golpeará a millones de seres humanos. En cada una de sus escuchas, miradas y voces nos insisten en el diálogo con vecinos, familiares, compañer@s de escuela y trabajo; su experiencia nos dice que hay que ir más allá de la clase política, que el camino del poder no tiene remedio, está acabado y que tenemos que construir con la gente de a pie desde su espacio de vida, en el barrio, la comunidad, la familia, la escuela o el centro de trabajo el futuro que nos corresponde.
Compañeras y compañeros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, desde la Red contra la Represión y por la Solidaridad queremos expresarles que seguimos empeñad@s con los compromisos adquiridos junto con ustedes como adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, iniciativa que se alimenta con la experiencia del ejercicio del Pensamiento Crítico como arma contra la Hidra Capitalista.
Pero principalmente queremos abrazarlas y abrazarlos, decirles que no l@s olvidamos, que no están sol@s. Que su lucha ha sido y será el motor de otras más. Somos muchas y muchos los irreductibles que hemos decidido a organizarnos con otr@s.
Hoy la roja estrella y su bandera negra están de fiesta, algo que también hemos aprendido de sus comunidades es contagiarnos de esa alegría. Por ello, celebramos con gusto los 32 años de este camino insurrecto pero tambien nos felicitamos a nosotr@s por tener como maestr@s y compañer@s a las comunidades indígenas zapatistas, mismas que son raíz y fruto de los sueños y anhelos de libertad, justicia y democracia.
¡Vivan las comunidades indígenas zapatistas!
¡Vivan las Bases de Apoyo Zapatistas!
¡Viva la Escuelita Zapatista!
¡Vivan las Juntas de Buen Gobierno!
¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación Nacional!
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