Reconocimiento a Jtotik Raúl Vera

Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Ch’enalvo’, Chiapas, México.

22 de diciembre del 2011

A todas las Organizaciones Sociales y Políticas

A todos los Defensores de los Derechos Humanos
A la prensa Nacional e Internacional.
A la Sociedad Civil
A la Otra Campaña y
A la Opinión Pública

Estimado Totik Raúl
Obispo de la Diócesis de Saltillo

Hoy la Organización Sociedad Civil Las Abejas, te quiere hablar y decir, lo que ve, lo que siente y lo que piensa en su corazón.

En este día, aquí en Acteal en donde hace 14 años el mal gobierno a través de sus paramilitares intentó destruir una lucha, una organización pacifista, hemos decidido que hoy se vea nacer aquí una semilla más de lucha, al reconocer una voz más que dice !ya basta! Y esa decisión es que hoy te nombramos eminentemente nuestro Totik, el sucesor de Jtotik Samuel.

Totik para nosotros no es una palabra simple o el adjetivo tradicional que se les dice a los sacerdotes, obispos o servidores y servidoras (jme’tik) de la iglesia, sino, lo que queremos subrayar es que la palabra Totik, viene del papá. Un papá verdadero le da de comer a su hijo, lo cuida de la enfermedad, lo protege de cualquier peligro, lo defiende cuando alguien lo quiere molestar, pero el papá lo hace junto con la mamá. Defensores y defensoras de derechos humanos, luchadores y luchadoras sociales llevan en sus entrañas de ser papá-mamá, por eso luchan hasta entregar su vida si es necesario.

Totik Raúl, tu misión aquí en este mundo vemos que no nada más como simple servidor de la iglesia, sino, va más allá de eso. Un verdadero servidor no tiene límites, piensa, camina y lucha.

Sobre el rostro y ojos de la Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, desde la profundidad donde la sangre de nuestros hermanos y hermanas humedecen el corazón de la tierra y el cielo, te entregamos este bastón de poder. No hablamos de un poder corrupto, impune, podrido, sino, de un poder con humildad, respeto, dignidad y sabiduría. No es ese poder del que se pelean los de allá arriba, ese poder humillante, criminal, racista, que se sirve de las riquezas de la nación. No es ese poder que viene con una banda tricolor y que se pone en el pecho el que actua como un tirano.

Este bastón de poder que te entregamos sólo merecen personas como tú. Este bastón significa cargo-servicio. Un poder al servicio del pueblo. Este bastón sólo deben de portar personas que saben respetar a su pueblo, para que sean respetados por el pueblo. Totik Raúl desde que llegaste a la Diócesis de San Cristóbal, escogiste el camino del servicio al pueblo oprimido y que lucha por su libertad, porque nuestro Dios Papá-Mamá así quiere, porque no le gusta la injusticia y la opresión.

Recordamos que el gobierno, los poderosos, los paramilitares intentaron corromper y matar a Jtotik Samuel, pero siempre firme y digno estuvo su corazón en aquellos momentos difíciles. Ahora, Totik Raúl, ¿cuántas veces no te han atacado, difamado y calumniado? Pero recuerda, el que teme ser agredido o mantiene una neutralidad ante tanta injusticia y represión, se hace cómplice de esa injusticia y represión. Pero, tú Totik Raúl, no sabes callar ante tanta injusticia y sobre todo cuando hoy desangra nuestro país y reina la impunidad.

Totik Raúl, hoy estamos muy alegres, aunque Jtotik Samuel ya no está aquí físicamente con nosotros, su corazón y pensamiento aquí siguen y viven en nuestra lucha y caminar, en ti Totik Raúl vemos el rostro y corazón de Jtotik Samuel. En ti, vemos y palpamos las luchas de mujeres y hombres de otros pueblos de México y del mundo.

Sigue adelante Totik Raúl, vamos caminando juntos, hay que seguir luchando como lo hemos venido haciendo. Si se van unos a descansar en el seno de la Madre Tierra, otras y otros nacen. La lucha será como un árbol que caen sus ramas, pero que siempre retoñando está…

ATENTAMENTE

La voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas

Por la Mesa Directiva:

Mariano Pérez Vázquez Juan Vázquez Luna

José Ramón Vázquez Entzín Victorio Pérez Paciencia

Mariano Pérez Sántiz