hoy me tocó esa mamada en el metro polanco. y les pregunté encabronado donde estaba publicado o por escrito el «operativo». y una policia pendeja me dijo «es orden del presidente». ¿y ese chaparro qué? ¿esto (aún) no es una dictadura para que de sus caprichos se hagan órdenes? un policía me dijo que en no sé que párrafo de la ley de algo civil permite a la policía preventiva hacer revisiones «preventivas» a personas, carros sin nada más que el antojo de hacerlo. ¿es cierto?
yo creo que el metro no es un lugar peligroso. el metro transporta diariamente a 4 millones 200 mil personas. El más reciente balazo en el metro fue eel 28 de septiembre de 1995. Un cálculo rápido me dice que son 14 años por 365 días por 4 millones de usuarios es igual a 20,440,000,000… veinte mil cuatrocientos cuarenta millones de personas nos hemos subido al metro… esto quiere decir que un cabrón de cada 20 mil millones es un asesino en el metro….. ¿esto justifica que nos cateen al 100 % de los usuarios que portamos mochila?
una tragedia en cada 20 mil millones de posibilidades… pero todos los días en todos los vagones se suben los «vagoneros» a vender discos piratas a todo volumen… eso es el 100% de las veces…. y hoy, después del cateo en metro polanco, de las 7 estaciones que recorro para llegar a casa… en las SIETE hubo vagoneros… ¿no los catearon a ellos?
me niego a pensar que cualquier persona en el mundo… que todos nosotros seamos sospechosos de ser delincuentes… me niego a aceptar que el guey de junto en el metro es un asesino en potencia… me niego a que el miedo que ellos tienen crezca en mis entrañas… me niego….
me niego a acostrumbrarme a que esto sea «por mi bien» o «por mi seguridad»… si me acostumbro a esto y lo acepto y me humillo ante ellos, entonces, ¿mañana qué?…. tendré que forrar de periódico los «libros prohibidos», tendré que aceptar retenes militares y policiácos en mi camino al trabajo… me niego….
pablo…
Compañeros: me parece que el trabajo que se ha estado haciendo en la pagina es muy importante y muy serio. Por ello habríamos de ser más respetuosos con nuestros comentarios y dejar que la indignación pase, ya que con la cabeza caliente es difícil hacer un análisis crítico. Es cierto que está mal la revisión en los vagones del metro, que creo es más intenso en las estaciones fresas, como Polanco. Toda la semana me la he pasado en el metro y me da la impresión que el gobierno realmente no tiene la capacidad logística para hacer revisiones intensivas en los vagones: he pasado todos los días por Observatorio y transbordado en Balderas y la verdad es que la seguridad es igual o peor que siempre: en Tacubaya, el lunes pasado, ni siquiera había policía en los torniquetes. Así mismo hay que recordar que muchos de los policías y los “vagoneros” son pueblo oprimido, así que no me parece Justo insultarlos por su profesión ( es como decirle idiota a personas que creen en la democracia partidista o la que cree en el Estado de derecho, solo porque pensamos que sirven a los poderosos), las cosas son más complejas y si realmente buscamos transformar nuestra realidad deberíamos partir por tratar de comprenderla, lo que en este caso significa tratar de ponerse en los zapatos del otro: porque aunque sean policías, banda fresa o “Vagoneros”, son el otro: no los podemos enajenar porque entonces no seríamos diferentes a ellos. Muchas gracias… y pues échale ganas Pablo ( no tengas miedo, trata de ver esto como parte de la campaña de miedo que sólo trabaja creando espacios imaginarios, el metro es un mundo y está lleno de microcosmos, date una vuelta por varias estaciones… ve a Pantitlan como a las 8 am para que veas lo que es peligro…artos vagos, muchos familiares de policías y “vagoneros” que comienzan a chambear, resentidos con el sistema) Att: el «chicles»
Compa:
Muchas gracias por el comentario. Me parece que es justamente lo que necesitamos: interpelación que nos permita afinar y ampliar nuestra comprensión de las cosas.
Creo que la intención no es insultar a quienes realizan una chamba digna, sino utilizar el ejemplo para recalcar lo disfuncional, ilegal y corrupto de las prácticas de control que el sistema está llevando a cabo bajo un aura de legitimación.
Hay un punto claro en el que estamos coincidiendo: existe una campaña de miedo que busca invadir todos los espacios. ¿Qué nos queda? Como dice el chicles: no dejarnos. Saber que se juega con la imaginación y esa es nuestra. Es cuestión de negarnos a sentir ese miedo suyo que añoran que hagamos nuestro.
Una vez más gracias y sigamos pa delante.
Sin miedo compañeros,
y siempre adelante.
Les apoyamos desde el Norte…