“El ejemplo se buscaba no sólo suscitando la conciencia de que la menor infracción corría el peligro de ser castigada, sino provocando un efecto de terror por el espectáculo del poder cayendo sobre el culpable.” (Michel Focault)
Ciudad de México 20 de septiembre de 2016, día donde de nuevo la «injusticia» del poder cae sobre uno de nuestros compañeros secuestrados por el estado. Después de un año y nueve meses enfrentando un proceso lleno de mentiras e irregularidades, dictan la sentencia de primera instancia contra nuestro compañero Luis Fernando Sotelo por 33 años y 5 meses de prisión y una multa de 519. 815, 25 pesos mexicanos (23. 423 euros).
Luis Fernando fue detenido en la tercera Acción Global por la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y acusado de la quema de la estación y el metrobús en la Ciudad Universitaria del Distrito Federal. Su detención se realizó junto con Sergio Pérez Landeros a quienes el conductor del metrobús, y los agentes implicados en la detención arbitraria señalaron como los autores responsables de la quema. Sergio pudo comprobar que se encontraba en su escuela en el momento en que supuestamente estos lo señalaban, con lo que se demostraba la falsedad de la imputación. Pero esto no fue suficiente para que siguieran señalando a Luis como autor de los hechos.
Luis tiene 21 años, es adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, cercano a la Red contra la Represión y por la Solidaridad, además de pertenecer a diferentes colectivos y cooperativas en lucha. Es un compañero consciente, luchador y consecuente, que como en incontables ocasiones no estuvo dispuesto a mirar hacia otro lado y salió a las calles a gritar con rebeldía y dignidad.
El espectáculo del poder, en nombre de la “justicia”, de nuevo pretende sembrarnos el terror. De nueva cuenta, cree que sus burdas maniobras de impacto y desmovilización serán capaces y suficientes para romper y acallar nuestras voces y solidaridad.
Continúan en su zafio camino represivo sin saber que no hay sentencia posible que sea capaz de romper los lazos de fraternidad y solidaridad que nos unen con nuestro compañero Luis. Ayer, hoy, mañana y siempre vamos a seguir luchando a su lado hasta conseguir ganarle la batalla a los muros de su encierro.
No creemos en su justicia
No vamos a legitimar ninguna absurda sentencia.
No vamos a caer en su juego.
Nuestra rabia no para de crecer, nuestra determinación es más firme que nunca. No hay descanso hasta hacernos con tu abrazo y tu paso firme y compañero luchando junto a nosotras en nuestras calles.
A Luis, a su familia, a sus amigas y compañeros va nuestro más tierno y cercano abrazo y toda nuestra complicidad.
Al estado, a todos los niveles de gobierno, a sus títeres en función va todo nuestro odio y desprecio.
Hasta que todxs seamos libres!!!!!
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