por: Hijxs de la tierra
Casi mil personas de distintas procedencias se reunieron desde las 11 de la mañana en el auditorio principal del CIDECI para continuar con la última compartición del Festival de las Rebeldías y Resistencias. El programa del último día del encuentro, contó con los puntos más complejos de todos: propuestas y conclusiones. Aún así, también hubo tiempo para escuchar y recibir el mensaje de varios compañeros que están en lucha. Cartas como la escrita por el Movimiento Cinco de Julio, creado a raíz de la tragedia en la guardería ABC, llamadas de compañeros presos como el tsotsil Alejandro Díaz Santis o un compañero loixicha, un pronunciamiento de los medios libres y la despedida de la comitiva de Ayotzinapa.
ABC desde sonora
Los compañeros del Movimiento Cinco de Julio, fecha en que pasó la tragedia en la guardería ABC en el estado de Sonora, hicieron llegar una carta a todos los asistentes del festival. En ella se refirieron directamente a los familiares y compañeros de Ayotzinapa y expresaron: “Sus hijos son nuestros hijos, nuestros hijos son sus hijos”, ya que según relataban todos los hijos habían sido víctimas del mismo aparato estatal que es asesino y pretende ocultar la verdad y perpeturar las injusticias. En su pronunciamiento de solidaridad con los compañeros normalistas ofrecieron Sonora como una posible sede para el próximo festival, mostrando así su solidaridad a la vez que haciendo un reclamo para que no se olvidara a las gentes del norte del país.
Voces desde las rejas
A lo largo de la compartición, se tuvo la oportunidad de recibir las llamadas de los compañeros Alejandro Díaz Santis, reclutado en el Cerezo nº5 de Chiapas, y de un compañero loixicha que se encuentra en un reclusorio de Oaxaca. Ambos dieron un cálido saludo a todos los participantes del Festival, al EZLN, al CNI, a la Sexta nacional e internacional y especialmente a los familiares y compañeros de la normal de Ayotzinapa. Alejandro Díaz, Solidario de la Voz del Amate y adherente a la Sexta, es uno de los compañeros que acompañó a Alberto Patishtán en su lucha desde dentro de los reclutorios. Alejandro insistió en la importancia de unir nuestras voces para combatir al mal gobierno porque “las autoridades son más fuertes y violan nuestros derechos”.
Medios libres o como se llamen
Entre las diversas propuestas, los compañeros de los medios libres o como se llamen, lanzaron un comunicado dirigido a todos los pueblos originarios en lucha y al CNI. Con él reafirmaron su compromiso de seguir ejerciendo su responsabilidad de dar a conocer las voces de los diferentes procesos de rebeldía y resistencia a lo largo de todo el país. Pero a la vez insistieron en la necesidad de que cada pueblo o comunidad en lucha generara sus propias herramientas de comunicación y designara a delegados que se pudieran comprometer a llevar a cabo estas tareas con la ayuda, seguimiento y capacitación de los medios libres ya existentes. Para finalizar confesaron que los medios libres se sienten parte de la lucha, los movimientos y los procesos, y que por tanto, lo importante era encontrarse en ellos y seguir construyendo herramientas comunicativas de acuerdo con las necesidades de cada pueblo o comunidad.
Los familiares y compañeros de la normal rural de Ayotzinapa se despiden
Los familiares y compañeros de los normalistas de Ayotzinapa al mediodía anunciaron su necesidad de partir del festival y lanzaron un mensaje a todos los asistentes. Con sus palabras agradecieron profundamente la atención de todos los participantes y reiteraron su disculpa “por gozar de privilegios y preferencias”, refiriéndose claramente al espacio que durante todo el festival el EZLN les cedió. “Nosotros no queremos estar aquí, esto es solo una respuesta conjunta frente a los hechos del 26 de Septiembre”, argumentaron. Con sus palabras, explicaron la importancia del proceso que los familiares y compañeros de la Normal Rural guerrerense han vivido a lo largo de los últimos tres meses. “En este proceso hemos adquirido una basta experiencia en organización, hemos hecho nuevos contactos que serán cruciales en este año 2015”, relató uno de los jóvenes normalistas mientras expresaba una clara intención de seguir con la lucha a lo largo del año venidero. De igual forma, invitaron a los adherentes a la sexta tanto nacional como internacional a participar en la Asamblea Popular Nacional para diversificar las propuestas y para ser capaces de llegar a más personas. En su despedida, los guerrerenses obsequiaron al CNI con una manta como símbolo de todo lo que han compartido y expresaron: “Compañeros, es un honor ser compañeros de vosotros”. Ante ello los asistentes aplaudieron fuertemente, levantándose de sus sillas y lanzando gritos de solidaridad hacia los compañeros de Ayotzinapa. El momento de euforia finalizó con el recuento de los 43 estudiantes desaparecidos.
Propuestas desde abajo y a la izquierda
Las lineas generales reflejaban un paradigma común de construir un nuevo mundo fuera de las injusticias del capitalismo. Por tanto muchas propuestas trataban de impulsar nuevas formas de hacer en todos los ámbitos de la vida. Crear nuevas formas económicas, haciendo uso del intercambio y del trueque, pero también hacer boicot a todas las empresas que hostigan y despojan a los pueblos originarios. Repartir el conocimiento de las tecnologías alternativas y autónomas para cuidar el medio ambiente y ser autónomos de manera energética. Volver a los sistemas de salud tradicional, concebir a las personas que padecen diversidades funcionales mentales o físicas de una forma más inclusiva y llevar a cabo nuevas metodologías educativas. Poner atención a la desigualdad de género y dotar de importancia a las dificultades, discriminaciones y atentados que sufren las mujeres en el país. Y también propuestas en la ciudad, como la recuperación de espacios públicos o la siembra en zonas verdes, así como el establecimiento de una relación más próxima con el campo.
Entre la diversidad de las voces, muchas de ellas, provenientes del campo expresaron una gran preocupación por la pérdida del valor y la cultura de la tierra y las tradiciones. Por ello lanzaron consignas claras, como el ejercer la lucha desde las comunidades para mantener los territorios, ejercer usos y costumbres, resguardar los lugares sagrados y recuperar los gobiernos tradicionales.
Concretamente, muchas de las personas que se expresaron públicamente remarcaron la idea de desconocer a los malos gobiernos, de no prestar atención a los procesos electorales y de dedicarse a “los hermanos de organizaciones, religiones sindicatos y demás, siempre y cuando no tengan vínculos con los partidos”.
Pero en el estrado tampoco faltaron propuestas concretas de organización o de movilización a todos los niveles. Algunos modelos de organización territorial en base a asambleas o espacios de coordinación en barrios, municipios, escuelas, comunidades, estados o el país entero. Otras propuestas de medios para poder coordinarse y comunicarse, como listas de correos, encuentros, nuevas comparticiones, jornadas y festivales. Y todo un sinfín de posibles movilizaciones y actividades repartidas a lo largo de todo el territorio para resistir o rebelarse a temáticas dispares.
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