Antes de dicho desplazamiento forzado, nuestros hermanos y hermanas del Consejo Parroquial de San Pedro Chenalhó, hicieron todo lo posible para buscar una solución justa y pacífica al conflicto del terreno católico de la colonia Puebla. Pero, las autoridades de dicha colonia, en complicidad con el Ayuntamiento de Chenalhó y el gobierno de Chiapas, en vez de aplicar la justicia, hicieron como su costumbre y como les guía el manual de guerra irregular del Ejército mexicano; de generar y propiciar violencia, otorgar impunidad a los agresores y no generarles proceso; tal como hicieron Ernesto Zedillo, Julio César Ruiz Ferro y Jacinto Arias Cruz, gobiernos federal, estatal y municipal, cuando ocurrió la masacre de Acteal.
Hoy, poco antes de que partiera la caravana del poblado Yabteclum a Acteal, llegó una comisión del mal gobierno, conformado por: delegado de gobierno, Comisión de Derechos Humanos gubernamental, Protección Civil y el secretario municipal de Chenalhó y, acompañados de unas personas que los tenemos bien identificados como espías u orejas del mal gobierno, tomándonos fotos. Esta comisión gubernamental, según, venía, para “acompañar” y dar “protección” a los desplazados, para trasladarse a Acteal. Lo que les dijimos a estos mensajeros del mal gobierno, fue; que no aceptamos su presencia y acompañamiento, porque ¿cómo es posible que quieren “acompañar” y dar “protección” a los desplazados y desplazadas, si ellos son cómplices del desplazamiento forzado?.
¿Por qué decimos que el mal gobierno de Chiapas y de Chenalhó, son cómplices de esta violencia y desplazamiento forzado de nuestros hermanos y hermanas católicos y Bautistas?
Porque nuestros hermanos y hermanas, junto con el Consejo Parroquial de San Pedro Chenalho, acudieron ante el Ayuntamiento del muncipio de Chenalhó y ante el gobierno de Chiapas, a través de una mesa de diálogo; realizados en la cabecera municipal de dicho municipio y en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas Chiapas. A pesar de los esfuerzos y disposición de nuestros hermanos y hermanas en la búsqueda de una solución pacífica, a la disputa del predio católico; el grupo del pastor Agustín Cruz, nunca aceptó su error; al contrario, acusaron a nuestros hermanos y hermanas que ellos son los provocadores.
Cuando el comisariado y pastor Agustín Cruz, se dieron cuenta que la razón, la verdad y la justicia, no les favorecía; lo que hicieron fue inventar un delito a nuestros hermanos católicos, de envenenar el agua de la comunidad. Ante esta mentira, el grupo del pastor Agustín Cruz, golpeó y amenazó de quemarlos con gasolina, a 3 de nuestros hermanos que los acusaron de envenenar el agua y fueron trasladados y detenidos en la Fiscalía de Justicia Indígena, sin ninguna prueba. Pensó el grupo agresor, que con inventar un delito, iban a engañar a la opinión pública. Pero, las autoridades judiciales, demostraron a través de un estudio del agua, que no estaba envenada. Aunque se haya aclarado lo del agua, la gente de Agustín Cruz, nunca aceptaron la verdad y dijeron que si regresaban las 3 personas acusadas, los iban a matar. Fue entonces que se vieron obligados a quedarse desplazados en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas y, así se generó la primera etapa de desplazamiento forzado de nuestros hermanos de la colonia Puebla.
Después de que nuestros hermanos permanecieron 30 días desplazados en San Cristóbal, decidieron retornar el 20 de agosto del presente mes; a pesar de las amenazas del grupo de Agustín Cruz. Pero, nunca se imaginaron que los estaban esperando, un poco antes de llegar a la colonia Puebla, un grupo de jóvenes, hijos de los evangélicos, con actitud muy violenta y agresiva. Estos, empezaron a tirar piedras a la caravana que acompañaba el retorno de nuestros hermanos. En esta caravana iba un delegado de gobierno de Chiapas y una patrulla de la Policía Estatal Preventiva; ante tal agresión, no hicieron nada, permitieron a estos jóvenes, actuaran con violencia, en sus propias narices. Cuando nuestros hermanos y hermanas vieron que no había condiciones de retornar, tuvieron que abandonar ese lugar y regresar de nuevo a San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
En la tarde noche de este mismo día del intento del retorno, los jóvenes evangélicos de la colonia Puebla, para expresar su odio hacia los católicos; quemaron 2 casas comunitarias de nuestros hermanos y hermanas. Las mujeres, niños y niñas empezaron a llorar y a pedir ayuda, pero, el mal gobierno, nunca hizo nada para detener esa violencia explícita.
Al día siguiente seguía las agresiones del grupo del pastor Agustín cruz hacia nuestros hermanos y hermanas, fue entonces que el Párroco de San Pedro Chenalhó Manuel Pérez Gómez, junto con un delegado del gobierno y el síndico municiapal de Chenalho, Andrés Vazquez Gómez, fueron a ver cómo estaba la situación en Puebla. Pero, los jóvenes evangélicos, cuando vieron al Párroco de Chenalhó, hablar con los católicos; estos se molestaron y con violencia lo golpearon y detuvieron por más de 5 horas. Ante tal agresión, el gobierno de Chiapas y el Ayuntamiento de Chenalhó, no hicieron nada contra los agresores del párroco Manuel.
Después de la quema de casas, de la detención del párroco; las amenazas y agresiones se intensificaron. Fue así que el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, por las graves violaciones a los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas y la escala de violencia que se vive en la colonia Puebla, emitió varias acciones urgentes, exigiendo al Estado Mexicano, garantizar la integridad física de nuestros hermanos católicos; pero, el mal gobierno, nunca actuó en consecuencia.
Ante la escala de violencia en la colonia Puebla, fue que nuestros hermanos hermanas y niños y niñas, católicos y bautistas; ya no aguantaron la violencia, porque vieron que en la colonia Puebla ya no había condiciones de tranquilidad de paz y de justicia.
Hermanos y hermanas, como dijimos en nuestro comunicado este pasado 22 de agosto, queda constatado la reactivación de los paramilitares en Chenalhó, en específico en la colonia Puebla, conocido muy bien, como, cuna de paramilitares desde el año de 1997. Y que este desplazamiento forzado, es parte de la guerra de contrainsurgencia, diseñado por el estado mexicano, encabezado por el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, principal autor intelectual de la masacre de Acteal.
De este desplazamiento forzado que han sufrido nuestros hermanos y hermanas, el responsable directo es el gobierno mexicano; por no intervenir y aplicar la justicia a los agresores de la colonia Puebla. A pesar de que varios de nuestros hermanos fueron a declarar las agresiones ante la Fiscalía de Justicia Indígena en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, de las agresiones de parte de los paramilitares en Puebla; hasta la fecha, ha sido en vano, porque no se ha visto la justicia. Denunciamos a las autoridades judiciales del mal gobierno, porque, están actuando muy parecido como antes de la masacre de Acteal.
Hermanos y hermanas en todo el mundo; sean testigos que aquí en Chiapas, aquí en Chenalhó, aquí en Acteal, acecha la muerte, ahora a través de jóvenes evangélicos y de las autoridades oficiales que alimentan la violencia y la impunidad. Dejamos bien claro que las autoridades del ejido Puebla, el Ayuntamiento de Chenalhó, el gobierno de Chiapas y de México, son los principales perpetradores y violadores a los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas del ejido Puebla.
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