– Posted on 15 julio, 2011Posted in: Artículos
Muchos y muchas hemos intentado romper con la inercia que marca el hecho de que en nuestra lengua de origen castellano, no exista una forma incluyente, en cuestión de género, para articular palabras. Entonces hemos inventado varias formas.
Una de ellas es utilizar el masculino y el femenino (O,A) en una sola manera de articular como por ejemplo para decir compañeroas. Esto resuelve de alguna forma el problema, pero de cierta manera no deja atrás la inequidad, ya que pone el masculino antes del femenino. Otra forma que ha resultado muy común es la utilización de la @ como una especie también de oa en una misma letra como para expresar compañer@s. Del mismo modo, otras personas han intentado en cambio utilizar la X de la misma manera, como para escribir compañerxs.
La @ y la X nos pueden servir para resolver el problema escrito y en muchos espacios, colectivos y grupos se ha tomado como una salida eficaz. Sin embargo, se convierte en un problema cuando intentamos llevarla al campo de lo hablado ¿cómo le hacemos para pronunciarlas?
En respuesta a esa reflexión nosotros y nosotras hemos empezado a pensar en otra forma. Creemos que quizá la @ se puede pronunciar y también escribir como una E. De esta forma diríamos compañeres para hablar de compañeros y compañeras, o niñes para referirnos a niños y a niñas. Así entonces podríamos tener una forma incluyente de articular en español que también sea eficaz para el lenguaje hablado. En algunos casos esta E se podría transformar en I para no llevar a confusiones, en situaciones que la E ya es usada como masculino como en el caso de platicadores y platicadoras, podríamos decir platicadoris.
En fin, estas son algunas ideas. Queremos compartir esta manera para invitar a su utilización, reflexión y mejoramiento, y que mediante su uso, y quizá con la ayuda de alguien que le sepa a eso de ordenar formas de escribir (lingüista, hacepoemas o persona con fijación por las reglas de las palabras) se le pueda dar más sustancia a la propuesta.
Quizá también se podría incluir el uso de una forma de articular en neutro, como para personas y cosas que no se quieran adscribir a la diferenciación de género en masculino y femenino. Un ejemplo de eso podría ser decir lo mesa.